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    Historia de la Gran Recesión: la crisis económica mundial del 2008.

    A lo largo de la historia, diversas crisis económicas han afectado a todos los estados alrededor del mundo. La mayoría de economistas esta de acuerdo que hay ciclos de crecimiento y contracción. Pero es importante tener en consideración que estas pueden originarse tanto por causas internas como externas. Para refrescar un poco la memoria, es necesario regresar a la última gran crisis, conocida como la Gran Recesión del 2008. La cual comenzó en Estados Unidos e involucró principalmente a los países más desarrollados del mundo. ¿Te interesa recordar las causas, desarrollo y consecuencias de esta tragedia económica?

    Antecedentes

    Para comenzar, remontémonos a inicios de la década del 2000, cuando los precios de las materias primas comenzaron a incrementarse considerablemente. Uno de los recursos más importantes, el petróleo, llegó a superar los USD 100 por barril. A esto se suma una fecha clave, el recordado atentado del 11 de setiembre del 2001.

    Estos últimos dejaron en una total incertidumbre a la población estadounidense. Así, el gobierno apostó por una considerable baja de impuestos y a las tasas de interés. Particularmente, tenemos que hacer hincapié en los préstamos hipotecarios. Para la financiación de la compra de inmuebles, se comenzaron a dar créditos subprime.

    La Burbuja Inmobiliaria

    Este tipo de crédito tenia un alto riesgo de impago, al otorgarse a gente sin pasar un riguroso análisis del perfil del pagador. Así es, por más que no tuvieras un trabajo o ingresos estables, podías aprobar. Esto, sería a la larga la formación de una burbuja inmobiliaria.

    Ahora, expliquemos grosso modo como se originó esta crisis. Estas medidas para intentar reactivar la economía generaron una alta deuda en las personas. Los bancos que otorgaban estos préstamos crearon instrumentos financieros en los que agrupaban varios créditos hipotecarios en un solo título que sería ofrecido en los mercados financieros.

    Asimismo, los compradores de estos títulos de alto riesgo, principalmente en Europa, contrataban a una empresa aseguradora que respondería en caso no se paguen los créditos. Y claro, todo esto sin ningún tipo de regulación por parte de los gobiernos. En general, todo era una cadena bien organizada que parecía funcionar bien. Claro, esto siempre y cuando los pagadores puedan cumplir sus créditos con tan bajo interés, y mientras el crédito siguiera fluyendo.

    El Inicio de la Gran Recesión

    Todo esto cambiaría en el 2004. La Reserva Federal de Estados Unidos comenzaría a subir la tasa de interés, que se había mantenido alrededor de un 1%, hasta llegar a un pico de 5.25% en el año 2007. Todo esto debido a la inflación. Y claro, en las letras chicas de los contratos hipotecarios decía que la tasa podía variar. Ahora con cuotas más costosas, los pagadores con menos ingresos comenzaron a dejar de pagar sus deudas. La perfecta cadena de crédito se comenzaba a quebrar.

    Con esto, millones de personas perdieron sus viviendas y los bancos se comenzaron a llenar de propiedades. ¿Ahora a quién se las iban a vender si con todo esto se avecinaba una crisis económica? Si la gente no tiene dinero, ahora no podría adquirir un inmueble, y menos con una tasa más elevada.

    Dos empleados de la casa de subastas Christie's maniobran el logotipo corporativo de Lehman Brothers, banco que con su bancarrota comenzó la gran recesión del 2008.
    Dos empleados de la casa de subastas Christie’s maniobran el logotipo corporativo de Lehman Brothers en Londres, Inglaterra. Oli Scarff / Getty Images

    Y claro, aquí comienza la desgracia en cadena. Los compradores se quedaron sin propiedad, los bancos con miles de propiedades sin poder vender, los compradores de los títulos sin recibir liquidez y las aseguradoras y gobiernos imposibilitados de hacer tantos rescates. Y claro, como estos títulos se compraron por todo el mundo, varios países fueron arrastrados a esta crisis.

    Son varios los factores que llevaron a este punto, y varias sus consecuencias por todo el mundo. Sin embargo, usualmente se considera que el inicio de la gran recesión se dio con la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, fundado en 1850. El mismo que se llegó a consolidar como el cuarto banco de inversión más grande de Estados Unidos.

    Como te imaginarás, varias otras instituciones financieras irían a la quiebra y las bolsas de inversión se desplomarían estrepitosamente. De esta manera, todas las personas que habían realizado inversiones o simplemente tenían sus ahorros en los bancos, podían llegar a perder todo. Sí, todo un efecto dominó. Ahora, veamos las consecuencias de este desastre inmobiliario por regiones.

    La crisis en Estados unidos

    En Estados Unidos, foco de la crisis, el valor del dólar se desplomó rápidamente. Con la quiebra de medio centenar de bancos y entidades financieras, el colapso arrastró a los valores bursátiles. Así También a la capacidad de consumo y ahorro de la población. Por otro lado, cientos de miles de personas se quedaron sin empleo, causando también una crisis social.

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    El día de la quiebra de Lehman Brothers, los mercados financieros bajaron drásticamente. La American International Group, importante aseguradora directamente vinculada a la burbuja inmobiliaria colapsó junto con Lehman. Ese mismo día, las acciones de la bolsa de Nueva York tuvieron el mayor desplome histórico en uno solo día.

    La Crisis en Europa

    La segunda zona más afectada fue Europa, en gran parte porque desde aquí se compraron varios de los títulos que no se pudieron pagar. Ante esto, el Banco Central Europeo, quien demoró en reaccionar, impuso medidas de austeridad. Estas conllevaron a la dificultad de acceso a la financiación de consumidores como de productores.

    Algunos de los más afectados fueron los países bálticos, los que llegaron a un decrecimiento económico de más del 10% durante el 2009. Otros países como Dinamarca tuvieron seis meses consecutivos de crecimiento económico negativo. Hacia fines del segundo trimestre del 2008, la economía de la eurozona se contrajo en 0.2%.

    También hubo países que no sufrieron tanto la recesión inmediata, pero que a la larga tuvieron fuertes consecuencias negativas. Por ejemplo España, que terminó el 2012 con una tasa de desempleo del 26%. En Portugal la crisis se extendió entre el 2011 y 2014. Pero sobre todo Grecia, cuyo gobierno emitió una gran cantidad de deuda pública para financiar sus déficits públicos.

    Pánico bancario en una sucursal del banco Northern Rock en Brighton, Inglaterra durante la gran recesión del 2008.
    Pánico bancario en una sucursal del banco Northern Rock en Brighton, Inglaterra el 14 de septiembre de 2007 en medio de la especulación de problemas, antes de su nacionalización el 2008.

    Tras esto, el gobierno del conservador Karamanlís maquillaría los datos macroeconómicos para calmar a la población. Sin embargo, ante la imposibilidad de seguir financiando la deuda, necesitó de dos rescates de la Unión Europea en 2010 y 2011.

    Con este desastre, Grecia estuvo al borde del colapso. La Unión Europea y el FMI debatieron la posibilidad de abandonar al gobierno griego para que declare la quiebra. Esto se conoció como la crisis de la deuda publica de la Eurozona. Grecia, España, Portugal e incluso tal vez Italia, estuvieron cerca de la quiebra, lo cual habría podido hundir la Eurozona.

    La Crisis en Latinoamérica

    Los resultados de la crisis encontraron su mayor diversidad en América Latina. Mientras algunos países fueron afectados en sobre manera, otros pudieron continuar con su crecimiento habitual. Algunos de estos últimos, Perú, Brasil, Bolivia, Uruguay, Panamá y Cuba. Sin embargo, otros no corrieron tanta suerte, como Argentina, cuya economía se llegó a contraer en un 5.5% hacia junio de 2009, acumulando tres trimestres consecutivos de caída.

    Pero el país más afectado por la crisis fue México, debido a su cercanía económica con Estados Unidos. Esto incluye la disminución de las remesas de más de 30 millones de mexicanos radicados en Estados Unidos. También el hecho que las exportaciones e importaciones hacia el vecino del norte representen el 33 y 23% respectivamente. Otros factor externo fue la epidemia de gripe A H1N1, que tuvo su epicentro en Mexico, la cual hizo caer estrepitosamente el turismo, una de sus principales fuentes de ingreso.

    La Crisis en Asia

    Transportándonos al continente asiático, la crisis aquí se vio más que todo en los principales socios comerciales de Estados Unidos. En Oriente Próximo afectó principalmente a Turquía, Arabia Saudita y a los Emiratos Árabes Unidos, mientras que otros países continuaron con su crecimiento habitual.

    En lejano oriente Corea del Sur y Japón fueron los más afectados. Este último, por entonces la segunda economía del mundo, enfrentó su peor crisis desde el fin de la II guerra mundial. Llegó a desplomarse hasta en un 12.7% durante el último trimestre del año 2008.

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    Con todo esto, y a pesar que la crisis también llegó a afectar al gigante asiático, China pudo mantener un ritmo de crecimiento aceptable en torno al 8 y 9%. En consecuencia se consolidó como la primera potencia emergente al sobrepasar a Japón durante el 2010. Tal vez esto se deba a la guerra de divisas de la que fue acusada. Según dicen, rebajó la cotización de su moneda para obtener ventajas competitivas y así facilitar sus exportaciones.

    Otras regiones

    En otras regiones como Oceanía la crisis afectó a Australia, aunque sin entrar en recesión, y Nueva Zelanda. Este último entró en recesión por primera vez con una caída del 0.2%. Por su parte, África fue probablemente el continente menos afectado. Casi todos los países continuaron con su crecimiento normal, salvo por Sudáfrica y consecuentemente Botsuana que vio su economía contraída en un 5.2%.

    Consecuencias de la Gran Recesión

    En fin, luego de hablar de tantos números es necesario comprender como es que se materializan estas crisis. Los efectos conllevan al empeoramiento de la calidad de vida de las personas en un efecto dominó. Con el inevitable paro, miles de personas pierden su trabajo, es decir, se quedan sin ingresos. Ello provoca que haya un menor poder adquisitivo y por ende impide el movimiento de dinero, ralentizando el crecimiento de la economía.

    Con esto, aumenta el índice de pobreza de los países afectados, y los que eran ya pobres son aún más afectados. Otro sector que decae es la salud, no solo por el empeoramiento de los servicios, sino por un aumento significativo de personas que se enferman. Muchas también por la ascendente depresión de las personas tras perder su empleo.

    Ahora, volviendo a lo dicho al inicio del artículo. ¿Estamos preparados para enfrentar la crisis que se nos viene por la pandemia mundial del coronavirus? Podría ser incluso peor que lo que vivimos en la Gran Recesión, debido al estancamiento de gran parte de actividades económicas por las cuarentenas.

    ¿Y tú qué opinas? ¿Te parece que la crisis que se avecina será peor que la gran recesión del 2008? ¿Consideras que estamos preparados para afrontarla? ¡No te olvides de dejar tu comentario!


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