Este es el segundo país más extenso del mundo, y gracias a ello se caracteriza de varias peculiaridades. Posee el litoral más extenso de mundo, tiene más lagos que todo el resto de países juntos, y han coexistido más de 200 etnias a lo largo de su historia. A pesar de todo esto, es uno de los países menos densamente poblados al contar con tan solo 37 millones de habitantes. ¿Te interesa conocer la historia de Canadá? ¿Cómo este enorme y escasamente poblado territorio se convirtió en tan próspero y desarrollado país?
Antes de la Llegada de los Europeos.
Se estima que el territorio de Canadá sería uno de los primeros poblados de América. Su sitio arqueológico más antiguo es Bluefish Caves en el Yukón, con unos 25 mil años de antigüedad. A lo largo de los milenios, se fueron formando diversas etnias que crearían las Primeras Naciones.
Entre ellas tenemos a los inuits, algonquinos, na-dené, Wakashan, Salish, entre otros. ¿Cómo diferenciamos y emparentamos a estas etnias? Como siempre lo digo, por las similitudes lingúisticas. De estas etnias, se irían formando ciertas tribus, como los micmac, beothuk, cree, ojibwa, iroqueses y hurones.
¿Los Vikingos en Canadá?
El actual Canadá fue el primer territorio al que llegaron los europeos. Con esto no me refiero a la expedición de Cristobal Colón, sino a los vikingos. Estos arribaron hacia el año 1000 D.C. y fundaron una pequeña colonia en el actual Terranova conocida como L’anse Aux Meadows. La expedición habría sido liderada por Leif Eriksson, todo esto documentado en la Saga de Erik el Rojo. Este asentamiento habría sido abandonado por razones desconocidas. Tal vez fueron atacados por tribus locales, perecieron por alguna enfermedad o quizás se mezclaron con la población local.
Llegada de los Europeos… Cinco Siglos Después.
Cinco siglos después, el siguiente contacto sería durante una expedición liderada por Giovanni Gaboto en nombre de la corona inglesa. Esto atraería a diversos europeos a acercarse por la pesca de bacalao durante el siglo XVI. Entre ellos, destaca la presencia vasca, quienes llegaron a comerciar con los indígenas algonquinos de la península del labrador. Incluso llegaron a formar un pidgin vasco-algonquino.

Andrew Martin
Franceses vs Británicos en Canadá.
En 1534, Jaques Cartier exploraría costas canadienses en nombre de Francia. Pero no sería hasta 1603 que se establecerían los primeros asentamientos europeos permanentes por el francés Samuel de Champlain. Port Royal en 1605 y Quebec en 1608, fundando la colonia de Acadia, a la par que los británicos se establecieron en Terranova.
Durante el siglo 17, las colonias prosperaron gracias al comercio de pieles. Francia fundaría una nueva colonia, Canadá, y los británicos tomarían la Tierra de Rupert en la bahía de Hudson. Y como te imaginarás, los conflictos entre ambos colonizadores no se hicieron esperar. Entre ellos, destaca las Guerras de los Castores. En ella la Confederación Iroquesa, incentivados por los británicos para expandir su territorio, enfrentaría a los colonos franceses y sus aliados, los pueblos algonquinos.

Esta guerra significaría un considerable descenso de la población amerindia. Aunque ya venía siendo mermada por las epidemias de enfermedades europeas contra las que carecían de inmunidad.
Con la Gran Paz de Montreal se consigue una efímera tranquilidad. Pronto las potencias se volverían a enfrentar, arrastrando nuevamente a los pueblos amerindios en la Guerra de la Reina Ana.
Esta guerra se considera parte de la Guerra de sucesión española, entre borbónicos franceses y austracistas apoyados por los británicos. Tras la victoria británica en este frente, Inglaterra consigue la soberanía sobre Acadia, que renombra como Nueva Escocia. Así también reafirma su poder en Terranova y la Bahía de Hudson.
Y es que estos dos muchachos aprovechan todo lío extranjero para acentuar su rivalidad. En 1744 se daría el siguiente conflicto, la Guerra del Rey Jorge, dentro del contexto de la Guerra de Sucesión Austríaca. En ella los franceses, apoyados por los wabanaki, enfrentan a los británicos, apoyados por la Confederación Iroquesa.
La Derrota Francesa en Canadá.
Pero el destino de Canadá no se vería definido hasta la Guerra de los Siete Años. Conflicto originado por disputas de territorios europeos, y en la que los países del viejo continente lo llevaron a escala mundial. En el frente norteamericano, conocido como la Guerra Franco-India, nuevamente se enfrentarían británicos, apoyados por los iroqueses, contra franceses, apoyados por los wabanakis.

The Newberry Library, The MacLean Collection.
Tras siete años de guerra, entre idas y venidas, finalmente los británicos se imponen al invadir Canadá. Como consecuencia las potencias firman el Tratado de París en el que Francia es obligado a entregar sus territorios canadienses. Esto marcó el fin del imperio colonial francés en América del Norte. Sin embargo, los colonos franceses no abandonaron Quebec, por lo que la región permanece francófona hasta la actualidad.
Canadá Durante el Dominio Británico.
La victoria ante los franceses también traería perjuicios futuros para los británicos. Debido a los gastos de guerra Inglaterra decide subir los impuestos a sus Trece Colonias. Ello ocasiona la Guerra de Independencia de Estados Unidos, con la victoria de este último y el nacimiento del gran imperio americano, quien además tomó Michigan. Como consecuencia, miles de leales a la corona británica migraron hacia territorios canadienses, especialmente Nueva Escocia.
Esto sería el preludio para la posterior guerra de 1812. En este conflicto Estados Unidos, aprovechando las guerras napoleónicas, intenta tomar los territorios británicos del actual Canadá. Sin embargo los canadienses, que se mantenían leales a la corona, los rechazarían. Si bien Estados Unidos fracasó en el intento, la guerra logró que desde Londres no se vuelva a cuestionar la independencia estadounidense.

John David Kelly (1862-1958) publicada en 1896.
Para esto, el territorio occidental aún no había sido explorado. Hacia 1818, con el tratado de Londres, se inició la ocupación del territorio de Oregón, el cual sería administrado conjuntamente por Estados Unidos y el Reino Unido. Además, se establece la frontera entre ambos países en el paralelo 49.
Durante el siglo 19, con el ingreso de la industria maderera, que superó incluso a la de pieles, la Norteamérica Británica consigue desarrollar su economía. Esto incentiva una inmigración a gran escala especialmente desde Escocia e Irlanda. Aunque por otro lado, también existirían ciertas rebeliones contra la corona, como la de Louis-Joseph Papineau, que buscaron poco a poco más autonomía.
El Camino Hacia la Independencia
El proceso de independencia fue paulatino. Podemos notar los primeros pasos en el Tratado de Reciprocidad con Estados Unidos (1854). En este se concede el libre comercio con el país del sur, expandiendo así los mercados de la Norteamérica Británica. Por otro lado, en 1846, se firma el Tratado de Oregon, con ello este territorio se divide en dos, quedando la parte norte para la el Reino Unido. Posteriormente este territorio se convertiría en la Columbia Británica.
En 1867, se da el siguiente paso hacia la independencia con la creación de la Confederación Canadiense. Esta unificaría las colonias británicas en una federación compuesta inicialmente por cuatro provincias, Quebec, Ontario, Nueva Escocia y Nuevo Brunswick. Canadá había nacido, aunque claro, seguirían siendo subordinados de la corona británica.
La Confederación Canadiense y la Autonomía
La Confederación Canadiense se expandió rápidamente anexando los territorios del Noroeste y la Tierra de Ruppert, tierras que habían sido administradas por la Compañía de la Bahía Hudson y fueron entregadas en 1870. Al año siguiente, la Columbia Británica se une a la confederación, y en 1880 los territorios árticos harían lo mismo, quedando solo Terranova bajo dominio directo de los británicos.

Hammond, Melvin Ormond, 1876.
El primer premiere de Canadá, John Alexander Macdonald, lograría gobernar en dos oportunidades. Por un lado consiguió conectar el extenso territorio canadiense con un ferrocarril creado por la Canadian Pacific Railway. Sin embargo sería acusado como un etnocida al provocar hambrunas a los indígenas de los nuevos territorios adquiridos para apropiarse de sus tierras.
Esta expansión tendría ciertas respuestas, como la Rebelión del Río Rojo. En ella los Métis, mestizos descendientes de indígenas, y franceses, liderados por Louis Riel, se amotinan contra el gobierno. Aunque no logran detener la expansión, sus derechos sobre las tierras son respetadas. Sin embargo, Riel encabezaría una nueva fallida rebelión en 1865, tras la que sería ejecutado, convirtiéndose en un mártir para los pueblos indígenas.
En 1896 surge la fiebre del oro, luego de encontrarse este metal precioso en el río Klondike. Debido a esto se crea la provincia de Yukon, desprendida de los territorios del noroeste. Esta fiebre también incentivaría la inmigración estadounidense hacia la costa oeste de Canadá.
Siglo XX
En 1907, la colonia de Terranova, que aún permanecía fuera de la confederación canadiense, consiguió convertirse en un dominio británico, ganando también autonomía.
Los principios del siglo XX fueron marcados por un aumento masivo de la migración europea. Esto debido al crecimiento económico canadiense, gracias a la explotación de nuevos recursos como el Trigo.
Con una población ya de unos 8 millones de personas, Canadá demostró aún su fidelidad a la corona británica al enviar 600 mil soldados para combatir durante la Primera Guerra Mundial, teniendo una participación especial en la Tercera Batalla de Ypres y en la Ofensiva de los Cien Días, en donde sellan la rendición alemana. Este episodio costaría la vida de unos 57 mil soldados canadienses.

William Rider-Rider (1889–1979).
La guerra intensificó el sentimiento de identidad canadiense, que se vio beneficiado al obtener un sitio tanto en la conferencia de paz de París como en la recién creada Sociedad de Naciones. Esto sería el preludio para la Firma del Estatuto de Westminster (1931). Aquí se reconoce la igualdad legislativa entre los dominios auto-gobernados del Imperio Británico y el Reino Unido. Esto se considera por muchos como la independencia de Canadá. Aunque los canadienses siguen siendo súbditos de la corona.
La década de los 30’ se vio golpeada por el crac del 29, que afectó duramente la economía canadiense al estar estrechamente relacionada con la economía estadounidense. La producción industrial bajó a la mitad y se llegó a un 20% de desempleo. A pesar de ello, y de la política aislacionista que se había tomado, Canadá, en apoyo al Reino Unido, declara la guerra a las potencias del eje al iniciarse la Segunda Guerra Mundial.
En esta guerra, Canadá destaca por su participación en el Desembarco de Normandía, asaltando la playa de Juno durante el día D. Más adelante, tropas canadienses liberarían gran parte de Bélgica. En el frente del Pacífico, Canadá también cooperaría con Estados Unidos para expulsar a los japoneses de algunas islas del pacífico.
La Prosperidad Tras la Posguerra
La economía canadiense se recuperaría luego de la guerra gracias al aumento de la producción industrial, quedando el territorio canadiense ileso. En 1949, el Dominio de Terranova, que había renunciado voluntariamente al autogobierno en 1934, se unió a Canadá para transformarse en la décima provincia del país. Con esto, se consolida el actual territorio canadiense.
Durante la Guerra Fría, Canadá sería parte del bloque capitalista con lo que se uniría a la Otan. También apoyaría a Estados Unidos en ciertos conflictos como en la Guerra de Corea, la Guerra del Sinaí y la Guerra de Vietnam. Por su parte, movimientos marxistas nacionalistas también aparecerían en el país. El más relevante fue el Frente de Liberación de Quebec. Este buscaba la independencia de la provincia francófona e instaurar un gobierno socialista. Al final sería reprimido por las autoridades canadienses, desapareciendo en 1972.
En la década de los 60 reafirman su identidad con la adopción de la bandera actual. Así también reconocen el inglés y francés como lenguas oficiales.
Si bien en general la historia de Canadá es prosperidad y trabajo duro, también tiene un lado oscuro. Durante años el gobierno fue partícipe del secuestro de miles de niños aborígenes. Se les internaba en albergues católicos, en los que se les prohibía hablar sus propios idiomas o practicar su cultura autóctona, para luego ser reubicados en familias canadienses. El objetivo era forzar su inclusión a la cultura canadiense anglo-francófona. Esto suena a limpieza étnica sin necesidad de derramar sangre.
En 1982, durante el gobierno de Pierre Trudeau, se adopta la Constitución de Canadá vigente.
Durante las últimas décadas, Canadá ha seguido desarrollándose. Ello lo ha llevado a convirtiéndose en uno de los países más prósperos del mundo, y con uno de los mejores estados de bienestar.
En el 2015, asume el cargo el hijo de Pierre Trudeau, Justin. Durante su gobierno, una mezcla algo peculiar de progresismo y liberalismo, se aprobaron polémicas leyes como el derecho al aborto y la legalización de la marihuana, además de mostrarse a favor de los derechos LGTB y el movimiento feminista. Todo esto defendiendo el libre mercado.

Alex Guibord.
¿Y tú qué opinas sobre la historia de Canadá? Un próspero y autónomo país pero aún parte de la corona británica… ¿Te parece que es un país independiente en todo el sentido de la palabra? No te olvides de dejar tu comentario.